Vistas de página en total
martes, 15 de marzo de 2011
Él era un traficante de sentimientos. Jugaba con ellos como un niño con una pelota. Pensarás que estoy hecha de cartón; o quizás de piedra. Pero no. Que va. A veces deseo no separme de ti y otras, en cambio, te odio con todas mis ganas. Y creeme, si fuese por mí, te compraría un billete de avión para mandarte a dios sabe donde. Y sería yo la que te llevaría al aeropuerto. Y allí, cuando estuvieses a punto de salir, te diría todo lo que siento. Te haría sentir culpable; te maldeciría y me pondría a llorar de rabia. Y.. te haría saber que te necesito. Después te besaría sin importarme lo que piensen. Y después… después te compraría el billete de vuelta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario