Echo de menos esos días en los que tú siempre estabas ahí regalándome una de tus sonrisas y dándome ese apoyo que tanto necesitaba. Echo de menos tu presencia en mis días, por mucho que intente aparentar que no es así. ¿Cómo ser capaz de olvidar a alguien que fue una de tus mejores amigas? Compartí muchos momentos a tu lado, más de los que incluso recuerdo. Te conté mis cosas, esas a las que nadie más le contaba, y tú también me contaste las tuyas. Pasamos noches despiertas en casa de la una y la otra, noches en las que fui cogiéndote más y más cariño, y mucha más confianza. Sin darme cuenta te ganaste un hueco en mi corazón, y estoy segura de que yo también en el tuyo. Ahora te echo de menos, aún así con todo lo que ha pasado entre nosotras. Es difícil no echar de menos a la persona que antes te provocaba sonrisas y te hacía reír en los momentos más débiles. Pero pasaron muchas cosas entre nosotras, gracias a eso nuestros caminos se separaron y nosotras acabamos mal. Es triste pensar que éramos como hermanas y ahora no nos podemos ni ver a la cara. No seré capaz de decírtelo, pero a veces te echo de menos.
A pesar de todo y de echarte de menos, me demostraste cómo eras al traicionarme de esa manera. No, no lo olvido.
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