Hola, ayer te envié un mensaje y no me contestaste. Supongo que estás enfadado por todo lo que te dije, todo lo que te eche en cara. Y si, entiendo que quieras que te deje en paz, pero entiéndeme tu a mi no voy a dejar que nos perdamos definitivamente. Porque si te digo la verdad prefiero discutir contigo, que hacer el amor con otro. Y cuando te dije que me agobiaba me refería a que me dejaras algo de manta, que ya esta empezando a hacer frió y sabes que si se me enfrían los pies no soy persona. Supongo que tienes razón no debí gritarte, se que odias cuando te grito, pero es que me pones nerviosa porque sonries cuando estamos discutiendo, y en ese momento se me olvida el motivo de la discusion. Y claro, eso da rabia. Ademas, tambien me desquicia que cuando te olvidas de nuestro aniversario vengas con esa carita y un te quiero en los labios y lo soluciones todo. Y si, tambien se que te encanta hacerme cosquillas, pero te juro que yo no lo soporto. Pero no todo es malo. Adoro esos domingos que nos pasamos de aqui para ya, merendandonos mutuamente. O cuando me llevas el desayuno a la cama y me dices que no te puedes quedar, quellegas tarde a trabajar. Y alli me quedo yo, pensando en lo que habras visto en mi para regalarme tanto. Y te prometo que la cara de tonta que se me queda es la cara de alguien que está completamente enamorada. Y eso es lo que estoy yo, supongo. Y digo supongo porque yo realmente no se lo que es estar enamorada. Que yo siempre he estado jodida, he pasado de un cabrón a un hijo de puta, y asi asi toda mi vida. Y claro, tienes que comprender que ahora que estoy con alguien que a cada tres palabras que dice dos son refiriendose a lo increible que soy, no sepa como comportarme. Y que se que estás ahi, sentado en el sofa en casa de tus padres, escuchando el mensaje del contestador, pensando en que no piensas descolgar el telefono, porque tu orgullo es mucho mas fuerte que cualquier declaracion. Asi que yo ya no se que decirte que no te haya dicho ya. Podria pasarme bastante tiempo repitiendote una y otra vez la falta que me haces, pero prefiero que vengas y que lo descubras tú. Asi que ahora voy a colgar, pero no porque me apetezca, si no, porque espero que dentro de veinte minutos aparezcas por esa puerta pero si no apareces, tranquilo, estoy acostumbrada a que todos los principes azules se conviertan en grandisimos hijos de puta